Cada 14 de agosto, León recibe a decenas de feligreses que se unen a la tradicional celebración de la Gritería Chiquita o de Penitencia, un festejo que mantiene vivo el acervo cultural de toda la comunidad. Los participantes recorren las distintas calles de la ciudad gritando: «¿Quién causa tanta alegría? ¡La Asunción de María!»
La tradición nació en 1947, cuando el volcán más joven de Nicaragua, Cerro Negro, estaba en constante actividad y León era la ciudad más afectada. En un acto de fe, la población pidió la intervención de la Virgen para que el coloso detuviera su erupción. La plegaria fue escuchada el 14 de agosto, y, en agradecimiento por el favor recibido, la feligresía leonesa celebra esta fiesta religiosa cada año.