Nicaragua, un país de contrastes y belleza natural, ofrece experiencias únicas en Centroamérica, desde sus impresionantes volcanes que se elevan a simple vista, hasta sus playas vírgenes, pasando por sus ciudades patrimoniales y exuberantes reservas naturales rodeadas de montañas.

Y hablando de montañas, en este nuevo apartado nos dirigiremos al centro de la nación, exactamente a Juigalpa, cabecera departamental de Chontales, ubicada a 139 kilómetros de la capital. En su interior, resguarda espléndidos miradores, un jardín zoológico y coloridos parques, todos ellos cobijados por la tranquilidad de un pueblo de gente laboriosa, humilde y hospitalaria.

Chontales---Desayuno-tradicional

Juigalpa ofrece un contacto directo con la vida rural. Aquí, las tradiciones ganaderas, los paisajes verdes y la amabilidad de su gente crean experiencias inolvidables para quienes buscan conectar con la esencia del nicaragüense.

La ciudad cuenta con varias opciones, desde hoteles, restaurantes, miradores, un zoológico, museos, iglesias, y fincas agroturísticas, hasta una gastronomía única, donde destacan los lácteos.

Tu primera visita puede ser el zoológico Thomas Belt, que alberga una gran variedad de animales, incluyendo mamíferos, reptiles, aves y algunos especímenes exóticos, siendo su mayor atractivo la pumita albina Itzae.

Adéntrate en las comunidades rodeadas de pintorescos paisajes que ofrecen una sensación de paz y serenidad; sus suaves montañas, fértiles valles y ríos forman un entorno ideal para quienes disfrutan de la naturaleza. Además, sus habitantes te reciben con los brazos abiertos, haciéndote sentir en familia.

No dudes en disfrutar de un tradicional desayuno compuesto por tortillas recién palmeadas, frijoles fritos, cuajada, crema, huevos fritos y la infaltable tacita de café.

Otra opción para disfrutar de la belleza natural es la Reserva Natural de Amerrique, que se impone a lo lejos para poner a prueba tu destreza. Su principal atracción es el senderismo, y el mayor reto es llegar a la cima. Te recomendamos siempre ir acompañado de un guía, llevar ropa y calzado adecuados. Puedes alojarte en alguna de las fincas aledañas o acampar en la cima y disfrutar de un cielo estrellado.

Esta tierra pinolera tiene mucho que ofrecer a sus visitantes: cultura, gastronomía, historia y naturaleza. Atrévete a conectar con la gente y a conocer nuevos destinos.