El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra dos veces al año, en mayo y octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones estacionales que cruzan el continente americano.
Las aves migratorias cumplen un papel esencial en el equilibrio de los ecosistemas: controlan plagas, dispersan semillas, polinizan plantas y nos alertan sobre la salud del planeta. Además, impulsan el ecoturismo y fortalecen el vínculo entre comunidades y naturaleza.

Garcita verde (Butorides virescens)
Gracias a su posición geográfica estratégica, sus condiciones climáticas favorables y la gran diversidad de ecosistemas, Nicaragua se convierte en un santuario natural para cientos de especies de aves migratorias que cada año atraviesan sus cielos o encuentran aquí un lugar para descansar, alimentarse o reproducirse.
A continuación, te compartimos algunos de los lugares más destacados del país donde podés observar aves migratorias:
Los mejores momentos para el avistamiento suelen ser al amanecer y al atardecer, especialmente entre los meses de octubre y marzo, así como durante la temporada de lluvias.

Monjita (Himantopus mexicanus)
Para disfrutar de una experiencia responsable y enriquecedora, te recomendamos informarte previamente sobre los permisos o requisitos de acceso a los sitios, llevar binoculares, una guía de aves y ropa cómoda, además de contar con el acompañamiento de un guía local especializado y mantener una distancia prudente y no molestar a las aves ni alterar su hábitat.
Según el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Marena, en 2023 Nicaragua albergaba 763 especies de aves, de las cuales 127 son migratorias. Estas cifras convierten al país en un destino ideal para los amantes de la observación de aves y la naturaleza.

Cigüeña americana (Mycteria americana)

Gallina de agua (Jacana spinosa)

Garzón blanco (Área alba)

Tordo sargento (Agelaius phoeniceus)