La veneración a la Inmaculada Concepción inició en la época colonial con la llegada de las órdenes religiosas y las primeras imágenes a tierras de la provincia de Nicaragua.

Siglos más tarde, los frailes franciscanos de la ciudad de León institucionalizaron en 1857 la celebración de la tradicional Gritería como una forma de celebración popular de la fiesta de la Inmaculada Concepción.

En 1562 don Lorenzo de Cepeda, hermano de Santa Teresa de Jesús, tuvo que hacer escala en el puerto de La Posesión, ahora llamado El Realejo, Chinandega.

Se vio forzado a viajar a El Viejo y como era muy devoto de la virgen se la llevó consigo. Los habitantes de El Viejo, indios y mestizos, fueron atraídos por la belleza de la imagen y llegaban a la parroquia a admirar a la “niña blanca”.

Virgen de Concepcion Leon

El pueblo entero ejerció una gran presión en don Lorenzo y este como fervoroso hijo de María, cedió “a los deseos de la Virgen”, donó la imagen al pueblo de El Viejo y partió hacia su destino original, Perú.

Durante la Guerra Civil y Nacional, de 1854 a 1856, no se celebró. Fue hasta en 1857 que monseñor Giordano Carranza rescató y revivió la tradición invitando a todos los leoneses a celebrarla.

A monseñor Carranza se le reconoce como el autor del grito ¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!

La patrona de Nicaragua es celebrada el 08 de diciembre -Día de la Inmaculada Concepción de María-, pero sus festejos inician desde el 28 de noviembre con el novenario, el 06 es la lavada de la plata en El Viejo, Chinandega, y el 07 de diciembre se escucha en toda Nicaragua ¿Quién causa tanta alegría? Los festejos culminan el 08 con procesiones y misas solemnes.