Mapa de Ometepe
La Isla de Ometepe es un gigantesco centro cultural indígena lleno de cerámica que comienza a tener mayor desarrollo en el período formativo, 1500 años a.c.; durante el cual comienza la difusión y los primeros intercambios característicos de la cerámica monocroma de color rojo y negro, en la que se ven cuencas trípodes, cuencas sin soporte y platos de todo tamaño.
También se puede encontrar cerámica del período 500 años a.c. en grandes cantidades, durante este período se comienza la aplicación de engobe rojo, y el color negro de manera (zonada), en vasijas y ollas grandes utilitarias, en este período de incisiones, esgrafiados, estofadas en pintura negativa en figuras
Poblamiento de Ometepe
Es muy antiguo, a Suramérica llegaron los Chibchas y Tiaguanacos, que ocuparon la franja del Pacífico y por ende la Isla de Ometepe, estas primeras etnias eran recolectoras de frutas, grandes pescadores y cazadores. Esta primera migración ocurrió aproximadamente unos 10,000 a.C., por esta razón se creían autóctonos; esta raza se heredó la estatura baja, el pelo liso y el color cobrizo. También fueron los primeros en elaborar utensilios de roca como morteros, tazones y algo muy notable los entierros los hacían usando lápidas de piedras planas de 72 pulgadas de largo por 36 pulgadas de ancho.
Los Mangues o Chorotegas
La rama chorotega conocida como los Mangues llegaron en el siglo III d.C. y la migración más fuerte de los chorotegas ocurrió en el siglo VI y VII, rápidamente se mezclaron con los autóctonos y mejoraron la técnica de la labranza de las rocas, así continuaron esculpiendo la estatuaria y la escritura en rocas en forma de grifos, dando así la grabación de los petroglifos. Estos agricultores y pescadores, fueron los que tallaron muchas de las estatuarias y piezas de cerámica nicaragüense.
Los nahuas
Por último en el siglo IX y X llegaron los Nahoas o Nahuas. Éstos poblaron el Istmo de Rivas y su ciudad principal fue Nicarao Callí, estos convirtieron a Ometepe en Isla sagrada y fueron ellos los que dieron el toque final a la cultura aborigen, mejoraron las técnicas en la cerámica, refinando las piezas en la elaboración y decoración, así como el uso de representaciones de animales en el totemismo.
