“Ofrecí mi vida al Señor por la paz de Nicaragua” fueron las últimas palabras que el fray italiano Odorico D’Andrea pronunciara antes de su muerte, una frase representativa para destacar la vida y obra de este siervo de Dios que entregó parte de su vida al servicio del pueblo en San Rafael del Norte.

Las 10:50 de la mañana, el sol ardiente iluminaba los rostros de las miles de personas, entre ellos ancianos y niños, que subían peregrinando al campo de la Divina Providencia, en San Rafael del Norte, donde el 23 de marzo se realizaría la misa en homenaje al 29 aniversario de fallecimiento de este sacerdote, intercesor de Dios para muchos y hombre admirable para otros.

La misa campal que duró dos horas aproximadamente, fue presidida por el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw, representante del papa Francisco en Nicaragua, en su homilía hizo un llamado a que prevalezca el amor entre semejantes y a que permanezca la paz en Nicaragua, esa paz que pregonaba fray Odorico en sus mensajes y que fue ejemplo para muchos.

En la misa y peregrinaje asistieron más de 20,000 personas de todas partes de Nicaragua, la mayoría con camisas que tenían fotos del padre, otros con imágenes, banderas, rosarios, de rodillas o con las manos alzadas al cielo, como símbolo de agradecimiento a este fiel hombre que en vida realizó múltiples favores al pueblo sanrafaelino.

En San Rafael del Norte son muchas las manifestaciones para honrar a este fray, murales representativos de su vida se encuentran pintados en las paredes de muchas casas, cuadros, fotografías, recuerdos personales y memorables que lo hacen ser recordado y querido por la feligresía, ejemplo de esto es el testimonio de Lorena Tinoco, habitante de San Rafael del Norte, quien enfermó hace muchos años de una alergia que la iba a hacer botar su piel… las manos del padre Odorico le sanaron, de ahí parte su idea de considerarle un hombre santo y milagroso.

Como este testimonio en el pueblo existen muchos, por tal razón, los devotos no solamente utilizan este día para recordarlo, hay muchos visitantes que llegan diariamente al Centro de Retiro El Tepeyac, lugar donde se encuentran sus restos, ahí también hay un museo con pertenecías del padre y un guía que le ayudará a recorrer este santuario si desea conocer más de la vida del mediador de la paz, padre Odorico D’Andrea.